lunes, 28 de febrero de 2011

Miércoles 2/3 - 20 hs. - General Idi Amin Dada: un autorretrato


Con más de 40 años de carrera, el francés Barbet Shroeder debe ser uno de los más eclécticos cineastas europeos. Su obra como director y productor arranca en los '60 e incluye de todo: películas de Eric Rohmer, documentales de investigación (El abogado del terror, sobre Jacques Vergès, o Koko, le gorille qui parle, título bastante self-explanatory), thrillers hollywoodenses al borde de la clase B (Mujer soltera busca, Cálculo mortal), una adaptación de Fernando Vallejo (La Virgen de los Sicarios), y hasta un capítulo de Mad Men.


El General Idi Amin Dada, campeón de boxeo en la categoría peso pesado del Ejército ugandés, toma el poder en 1971 tras un golpe de Estado al presidente Obote. Autotitulado Señor de Todas las Bestias de la Tierra y Peces en el Mar, y Conquistador del Imperio Británico en África en General y Uganda en Particular, Amin parece el modelo sobre el cual se construyó el arquetipo del dictador africano: corrupción, genocidio, pobreza extrema, y delirios de grandeza. En su "Guerra Económica" - declarada después de un sueño - desterró a 50.000 asiáticos, que sostenían la economía nacional. Mientras dejaba un tendal de cientos de miles de desaparecidos, ganándose el mote de "El Carnicero de Kampala", Amin solía mandar telegramas a la ONU contra los judíos, a Nixon en solidaridad por el Watergate, al presidente de Tanzania expresandole su amor y diciendole que se casaría con él si no fuera un hombre, y hasta a la Reina Elizabeth ("Querida Liz, si querés conocer a un verdadero hombre, vení a Kampala").



En 1977, un artículo del Times lo describía así: "Es un asesino y un payaso, un bufón de corazón enorme y un tirano arrogante. Puede ser juguetón como un gatito o letal como un león. Mide 1,95 , carga el enorme peso de casi 140 kilos, y por ese grosor corre el desaforado ego de un chico, loco por atención y reverencia". Según la misma nota, existía la leyenda de que Amin guardaba en un freezer las cabezas de sus enemigos politicos, incluido el Presidente de la Corte Suprema, y de tanto en tanto gustaba de abrir la puerta y sermonearlos acerca de lo malo de sus políticas.


En 1974, Shroeder y su equipo de filmación - que incluía al legendario director de fotografía Nestor Almendros - viajan a Uganda y le proponen al General hacer un documental sobre su persona. Megalómano sin igual, Amin asume un control casi total del documental y de todo lo que se ve en pantalla, armando situaciones delirantes para las cámaras, que incluyen un patético ejercicio militar que simula la invasión de las Alturas del Golán, y una reunión de gabinete donde los ministros (se dice que muchos de ellos eran analfabetos) parecen alumnos tomando apuntes mientras él, jocoso, les enseña a gobernar (entre chistes y risas, Amin lo reta al ministro de Relaciones Exteriores porque no publicita suficientemente al país, Shroeder contará que un par de semanas después el cuerpo del ministro apareció flotando en el Nilo)


Shroeder hizo dos versiones de la película. Una especial para Amin, que quedó muy complacido, y otra, con media hora más, que se estrenó en el resto del mundo. Amin envió agentes a Inglatera a ver la película y transcribir su contenido. Luego le mandó una carta a Shroeder pidiendole que recorte escenas, a lo cual éste se negó. En respuesta,  Dadá ("Gran Papá") juntó a 200 franceses que vivían en Uganda, los encerró en un hotel rodeado por el Ejército, les dio el teléfono de la casa de Shroeder, y les explicó que sólo los liberaría si éste aceptaba recortar su película. Schroeder obviamente lo hizo, reemplazando los huecos con carteles que responsabilizaban a Amin por los cortes. Cuando el dictador cayó, en 1979, restituyó el material eliminado.

En la película, los eventos prefabricados y las declaraciones de Amin (que ama hablar de sí mismo, y a la cámara le encanta registrarlo) son tan transparentes que a Shroeder no le hace falta más que insertar comentarios y aclaraciones en off para que el personaje Amin aparezca en todo su delirante, sanguinario, y encantador esplendor. Amin parece haber nacido para ser filmado, y lo sabe. Si este admirador de Hitler buscaba obtener con Shroeder lo que el Fuhrer logró con Leni Riefenstahl, el resultado final es un reverso  al estilo Bananas de Woody Allen, una vanagloración ridículamente tercermundista, siniestra, y casi camp.


General Idi Amin Dada no es un documental especialmente bueno, pero es fascinante. 
Está presentado como un autorretrato de Idi Amin, el dictador de Uganda, 
y muestra varios días en la vida de uno de los tiranos más temidos del mundo. 
Lo curioso es que...es bastante agradable.

 
Idi Amin Dada, el último Personaje de GPCine. 

General Idi Amin Dada: un autorretrato (1974)
Dirección: Barbet Shroeder
País: Francia/Suiza 
Duración: 90 min